El gas natural, un facilitador de igualdad regional
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Tomasz Budny, nuestro Director de Desarrollo de Negocios y Estrategias de TC Energía, te explica el papel crucial que la industria energética puede desempeñar en la mitigación de las disparidades regionales existentes entre el norte y el sur de México. Identificó que hay dos elementos clave para abordar este contraste: la inversión en capital humano y en infraestructura energética.
"Para crecer y desarrollarse, se requiere infraestructura de todo tipo, pero especialmente energética. México tiene un déficit en este ámbito. La inversión en infraestructura ha sido descuidada durante mucho tiempo en ciertas áreas del país, como en los estados del sur".
En México, el gas natural no solo es un insumo, sino que también actúa como catalizador para el desarrollo económico y social. Es esencial para la industria pesada y manufacturera, que requieren una fuente de energía confiable, asequible y menos contaminante, influyendo significativamente en el desarrollo del capital humano. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN) los estados con infraestructura de gas natural tienen un Producto Interno Bruto 50 por ciento mayor a los estados que no lo tienen.
"El desarrollo de una industria también impulsa al desarrollo del capital humano, lo que ayuda a cerrar la brecha entre el norte y el sur. Tenemos que invertir en nuestra gente, empezando por la educación. El Banco Mundial indica que con un uno por ciento de aumento en el número de estudiantes inscritos a la universidad puede haber un incremento de hasta el 1.5 por ciento en el PIB”, detalló.
Un estudio sobre la productividad de México realizado por el Banco Mundial indica que, cuando hay industrias predominantes en una región, adaptar los planes de estudio y desarrollar instituciones especializadas centradas en la demanda específica de mano de obra de la zona amplía la educación y atiende la demanda del mercado laboral a nivel local, esto se puede reflejar en los niveles de educación.
Además, Tomasz hizo hincapié en la importancia de la participación femenina en el mercado laboral como parte del desarrollo del capital humano. Solo el 45 por ciento de las mujeres mexicanas forman parte de la fuerza laboral activa, una cifra muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de América Latina. El Banco Mundial indica que, si las mujeres mexicanas tuvieran la misma participación laboral que los hombres, el PIB per cápita del país sería alrededor de un 25 por ciento mayor.
Para México, el gas natural es más que una fuente de energía; es un facilitador de la transición energética e impulsor, tanto para atender la disparidad regional, como para el desarrollo económico y social. La priorización del uso del gas natural en el mapa energético del país está fuertemente vinculado a la prosperidad económica.